PARANÁ.- El sacerdote Justo José Ilarraz fue procesado por el delito de promoción a la corrupción agravada de menores, en el marco de la investigación por más de 50 abusos denunciados por ex estudiantes de un seminario en la ciudad entrerriana de Paraná.
El procesamiento fue dispuesto el viernes por la jueza de Transición Paola Firpo, quien además le impuso un embargo de $ 500 al religioso y citó a prestar declaración a otros sacerdotes y una psicóloga.
Asimismo, la magistrada ratificó que se mantenga el estado de libertad en que se encuentra el sacerdote Ilarraz.
Pedirán el juicio oral
Firpo notificó del procesamiento al fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull, quien en las próximas semanas resolvería pedir la elevación a juicio oral de la causa por los abusos que habría cometido Ilarraz entre 1985 y 1993 con estudiantes adolescentes.
El fiscal ya había afirmado cuando el cura declaró que las pruebas que se habían reunido en el expediente permiten reconstruir los hechos en forma coincidente a como lo relataron las víctimas.
El procesamiento de Ilarraz se produjo por los delitos de promoción a la corrupción de menores agravada por su calidad de educador y guía espiritual de las supuestas víctimas.
La investigación judicial se inició de oficio por orden de la Procuración de la Justicia provincial luego de que la revista entrerriana “Análisis” publicó una investigación en base a la denuncia de dos ex estudiantes del seminario.
Las víctimas
En la causa, ya declararon siete hombres que dijeron haber sido víctimas de los abusos cuando eran adolescentes y estudiaban en el seminario, mientras la Iglesia realizó su propia investigación interna del caso. En medio de la instrucción del caso, Ilarraz manifestó que una de las víctimas habría armado una venganza en su contra por diferencias personales que mantenía cuando era estudiante.
El procesamiento que dictó Firpo se conoció casi tres años después del comienzo de la investigación judicial, tras la denuncia periodística. Ilarraz es paranaense, tiene 57 años y su último destino como religioso fue la parroquia Sagrado Corazón de Monteros.
El religioso fue acusado por cometer supuestos abusos en el Seminario Menor de Paraná, donde los denunciantes eran pupilos que tenían entre 10 y 14 años.
Las víctimas denunciaron “padecimientos psíquicos y espirituales, producto de los abusos sexuales y psicológicos cometidos por quien fuera nuestro prefecto de disciplina”. En una declaración por escrito, el cardenal Estanislao Karlic admitió que Ilarraz le había reconocido los abusos.
En septiembre de 2014, el Vaticano abrió una investigación propia ordenada por el papa Francisco, cuando se instruyó al vicario de justicia del Tribunal Interdiocesano de Santa Fe, sacerdote Alejandro Bovero, para que iniciara las actuaciones eclesiásticas perentorias. (DyN)